Adivino en esta genial entrada tuya el sereno preámbulo de la siguiente. Porque nada tan difícil, peligroso y magnífico como surfear por los sentimientos subido al lomo de las palabras; tan inestables ellas, tan imprescindibles, tan prodigiosas, tan insensatas.
Sé que con “decepción” te detienes en describir sólo un instante en una parte de la ola, en efecto tan bella, precisa y tibia como el brillo de una afilada hoja de acero, y supongo que lo haces deliberadamente para dejar en el aire el sabor que te evoca. Yo lo comparto.
3 comentarios:
Increíble, bs
Adivino en esta genial entrada tuya el sereno preámbulo de la siguiente. Porque nada tan difícil, peligroso y magnífico como surfear por los sentimientos subido al lomo de las palabras; tan inestables ellas, tan imprescindibles, tan prodigiosas, tan insensatas.
Sé que con “decepción” te detienes en describir sólo un instante en una parte de la ola, en efecto tan bella, precisa y tibia como el brillo de una afilada hoja de acero, y supongo que lo haces deliberadamente para dejar en el aire el sabor que te evoca. Yo lo comparto.
¡Qué grande!
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