Ñ
Hoy comemos de cuchara, extiende el mantel de hilo. Tú sí que hueles
raro. Estoy cocinando un caldo de cultivo con algunas ideas hervidas que
se iban a poner malas. Verás qué delicia de sopa de letras, te vas a
chupar los dedos. ¿Prefieres alimentarte de melancolía, otra vez? Porque
esto es lo único decente que te puedo ofrecer, después del desastre.
Entonces, lávate las manos, deja de gruñir y pon la mesa.
2 comentarios:
“Hasta que uno madura lo suficiente, acontecimiento en eterna inminencia, la mesa siempre se pone por y para el otro. La ponga quien la ponga. La liturgia de la ausencia es mucho más austera. La de la soledad, superflua.”
[Desde la teoría de cuerdas todo parece cíclico.]
Saludos.
Javier, cada día estoy más convencida de que, además de parecerlo, es. Lo que todavía no tengo claro es si en forma de círculo o de triángulo.
Un abrazo.
Publicar un comentario