Un día se hace real

la amenaza de saber que siempre pasa,
sin un ángel de la guarda que se esfuma
sin un ángel de la guarda que se despide.
Se besarán entre ellos y follarán monitas.
No estaré tras la resaca,
ya no estoy hace tiempo
sonreía por si acaso
lo que no depende de mí, se equivocaba.
Trucos del deseo.

Pero no arranco de seria.
Aprovecharé la inercia
de lo que otro no quiso y querrá, siempre pasa.
Me acerco despacio al paisaje sesgado
delante de mi yelmo, lleno de colores.
Fueron otras cosas, nunca me detuvo el miedo.
Éso y los plazos que erosionan.
La música es de todos
pero engendraré tu risa
aunque me cueste la armadura.
.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cuanta falta de rabo tienes niña.

Javier Divisa dijo...

Los tres últimos versos, demoledores. Besazo. Javier

Anónimo dijo...

:I

Javier dijo...

Siempre intensa, siempre igual de irreverente......
Como me gustaría descender tu cuerpo en alguna de esas letras......