Cuando ya no se puede mirar hacia otro lado,
o estás conmigo o estás contra mí.



2 comentarios:

FJavier dijo...

Dramático pero real: cambian los personajes, los contextos, los argumentos y el paisaje, pero se mantienen los mismos hechos, los que ostentan el poder imponen sus privilegios a los más débiles a golpe de violencia. Edad media, industrialización, recursos naturales,... una lucha desigual, unos por sobrevivir de su trabajo, otros para vivir bien a costa del trabajo de los demás. Iniciada la violencia y la exclusión cualquier escenario es posible.
Época de cambios, solidaridad y sufrimiento.
No puedo ser optimista.
Un abrazo.

Jezabel Montenegro dijo...

Pues inténtalo Javier, porque sin optimismo desaparece el horizonte. Hay que luchar.

Beso gordo