Reyes y reinas


No soy una erúdita en temas regios salvo en lo que a príncipes sapo se refiere, así que mi percepción sobre la monarquía, basada en una cultura obligatoria de aula tradicional, más genérica que general, y un puñadito de libros y películas, ya por capricho, se sustenta en una definición escueta y una clasificación binaria, a saber.

Los reyes y reinas, sobre todo los reyes, son personas que únicamente responden ante Dios, creador, dueño y señor de lo visible y lo invisible, ejerciendo como sus testaferros y administradores a lo largo de toda la vida, pudiendo disponer de estos bienes según su criterio, incluido el uso y disfrute personal en régimen de barra libre. Los cargos de rey y reina son hereditarios y existen dos tipologías, atendiendo a su relación con los súbditos:
  • Reyes condescendientes que lanzan monedillas a sus bufones para que les bailen el agua, y ponen el vino en la fiesta de la cosecha que celebran sus campesinos después de sembrar y recolectar los frutos de sus tierras, las de Dios, pero para el caso.
  • Reyes dueños del convento, que para lo que les queda se cagan dentro, habitualmente afables, que tutean y saludan al populacho con una mano, mientras con la otra le roban la cartera cuando va a pagarles el alquiler.
Quizá sea producto de mi lógica y previsible ignorancia de súbdita, pero tengo la sensación de que los reyes solo saben hacer cosas lógicas y previsibles de reyes, y creo que la mejor forma de tratar con ellos es dándoles patarile.






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